PORTAL DE BELÉN DESDE MÉRIDA.

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construcción

PRESENTACIÓN.

Tras mi operación de anginas, y con ocho años de edad, comencé a construir belenes domésticos en mi ciudad natal de Llerena -mi tía Pepa me había regalado por lo de la operación de las amígdalas un precioso niño Jesús en la cuna el cual, en realidad, fue el germen de mi afición belenística-. Las primeras piezas, construcciones y figuras de personas y animales "ad hoc", las adquirí en el comercio de Antonio Calvo situado en la calle Luis Zapata o Morerías y Herreros-las más baratas o de media cocción costaban 2´50 pesetas y las mejores a partir de 7-; otras piezas me las trajo mi padre de Galerías Preciados en Sevilla; y aunque no las utilizo las conservo casi todas.
Mi padre, y también lo conservo y uso, me construyó un chozo de enea para los pastores mientras que mi primo Juanin, hijo de mi tía materna Julia, extraordinaria novedad entonces, le puso luz al portal utilizando bombillas de aparatos de radios, las cuales eran entonces las más pequeñas; y sus luces rojas continúan brillando, claro que a través de un oportuno transformador de 125 a 220 vatios.
De Llerena conservo el recuerdo gratificante de tres belenes; el más simple, por el número de figuras, era el de la Iglesia de Santiago al cargo de don Aquilino Rivero como párroco; pero era el más celebrado ya que en Semana Santa la figura de San José colocada en un recodo casi oscuro de la escalera de la torre o en las puertas del coro, que se abrían hacia fuera, nos proporcionaban momentos de hilaridad -recuerdo que una víctima de estas travesuras infantiles fue don Pablo Jiménez, hermano mayor de la cofradía del Santo Entierro; el segudo belén que recuerdo vívamente era el del don Tomás Gómez el médico hecho con numerosas figuras muy altas y estilizadas; el tercero y el más añorado y querido era el de mis vecinos los "Picos"-Lorenzo, Saturio...-; confeccionaban ellos mismos las figuras de barro y como no las cocían renovaban todos los años sus belenes; éstos eran muy admirados y considerados.
Al trasladarme a vivir a Calamonte algún año monté algún belencillo; pero no sería hasta los años ochenta cuando renové mi interés belenístico; entonces comencé a montar mi belén llerenense para los usuarios de APROSUBA-7 de Mérida y de su Comarca.
Tras algunos años montando belenes en mi domicilio de Mérida, Jesús Vinagre Eslava me proporcionó un tablero grande, ideé con Francisco Robado Mariscal, inconsecuente artista del barro, un nuevo Belén - a Andrés Charro le correspondieron realizar las mejores construcciones-; y con los alumnos y el personal del C.E.E. "Casa de la Madre" nos pusimos a hacer figuras y construcciones realmente especiales y dotadas de una belleza singular -milagrosamente muchas sobreviven-.
Posteriormente, aprovechando las ricas y múltiples posibilidades de las figuras de "a cien" realizé en Calamonte belenes más complejos en el doblado de la casa de mis padres adaptando las figuras a las escenas por mí pretendidas; e introduje por vez primera el agua; por último en la Residencia de Ancianos de los Esclavos de María y de los Pobres, también en Calamonte, monté desde 2002 hasta 2005 belenes con la colaboración de Joaquín Sevilla y Chari Pedrero; en este útimo introduje escenas del Paraíso por creer necesario explicar el Belén desde su justificación.
Y tras un año casi sabático -continúo colaborando en el montaje del belén del colegio "Casa de la Madre"- os presento este, acaso, primer belén internético desde Mérida aprovechando las posibilidades a veces no las más adecuadas pero si tan suficientes y singulares como para darle un nuevo aire al montaje de los Belenes.
Por supuesto quiero darles las gracias a los artistas que han elaborado los dibujos o gifs y las postales o cliparts..
PAZ A LA GENTE DE BUENA VOLUNTAD.

RESPUESTA A COMENTARIO DE SD.Plox

Gracias por tus comentarios positivos sobre el blog y aunque pretendo ser más historiador que teólogo quisiera hacerte saber que mi casi paisano Casiodoro de Reina en su Biblia del Oso o prevalerana dice textualmente: " ... el ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea, que se llama Nazaret, a una virgen desposada con un varón llamado José, de la Casa de David; y el nombre de la Virgen era María.
Y entrando el ángel a ella dijo: Gozo hayas, amada, el Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
Mas ella, como vido, turbóse de su hablar y pensaba qué salutación fuese ésta.
Entonces el ángel le dice: María, no temas, porque has hallado gracia acerca de Dios, y he aquí que concebirás en el vientre y parirás hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, e Hijo del Altísimo será llamado...
Lucas 1, 26 a32.
N.B. Creo que debiera haber elegido la traducción de Casiodoro de Reina que es un monumento literario hermosísimo de la más alta Literatura hispana.
Debes tener en cuenta, si eres post-conciliar, que lo cortés -Jesucristo- no quita sino justifica lo valiente -sus imitadores- o en román teológico: Pues a los que destinó de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos; y a los que que predestino, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó-Romanos, 8, 29 y 30-.
Para más información te recomiendo la lectura de los capítulos 7 y 8 del Apocalipsis.
Tambien te recomiendo que debes considerar a ROPS, Daniel, La iglesia de los apóstoles y de los mártires, Luís de Caralt, Barcelona, 1995, p. 193: “el martirio, que era la más alta forma de imitación de Cristo, y que aseguraba la unión con Él”.
Además te recomiendo a GRABAR, André. Martyrium, I, Architecture. Variorum reprints, London, p. 28: “los santos ejecutados por la fe en la antigüedad, cualquiera que fuese la época concreta en la que ellos vivieron, eran testimonios inmediatos de la divinidad de Cristo, porque, en el transcurso de su vida y sobre todo en los momentos que precedieron a su muerte violenta, habían sido favorecidos por un contacto directo con Dios. Ellos los ven aparecer, en una visión momentánea, o bien Dios les habla, y consecuentemente una teofanía tuvo lugar, en la ocasión de todos los suplicios y especialmente en su propia persona”. N.B. Traducción del autor.
Y, por último, entre otros muchos, además a HAMMAN, A.G., El martirio en la antigüedad cristiana, Desclée de Brouwer, Bilbao, 1998, p. 91, “El cáliz de la salvación” -escribe Orígenes- es el nombre habitual del martirio, tal como vemos en el Evangelio... sabemos, que quien beba el mismo cáliz que Jesús se sentará, reinará y juzgará con el rey de reyes”.
Por último para comprender la existencia real de los santos como intermediarios, por su íntima identificación con Cristo, te remito a la lectura del final del "Martirio de Santa Olalla" de Federico García Lorca porque, sin duda los más altos, inspirados y finos teólogos, claro, son los poetas.
Atentamente.