

Les permitió Dios comer de todas las hierbas y frutas; sólo les prohibió que comiesen del Árbol del Bien y del Mal asegurándoles que si así lo hacían morirían.
Engañados por una serpiente, que era el Maligno, continúa diciendo el Génesis, comieron del fruto prohibido creyendo que al comerlo se convertirían en dioses al alcanzar la sabiduría.Dios se enojó por la desobediencia y expulsó a Adán y a Eva del Huerto de Edén condenándoles a la muerte y a tener que sufrir de trabajos para comer hierbas casi secas y macilentas.
Pero Dios estableció enemistad perpetua entre la descendencia de la serpiente y de la mujer asegurando que "enemistad pondré entre tí y la mujer y entre tu linaje y su linaje; él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar-Gén. 3, 15".
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